
Acrílico sobre tela, no se porqué tiendo a alargar las caras, creo que mi cerebro me ordena que las cosas no pueden ser tan redondas, cuando en realidad lo son. El próximo está claro que no lo escucharé...

El mismo autorretrato retocado digitalmente para corregir la distorsión cerebral. Es curioso, ayer no lo veía y en cambio hoy me he dado cuenta enseguida